Con la llegada de la tecnología
en la sociedad se produjeron cambios profundos. En todas las organizaciones ésta
repercutió de manera positiva para algunos, ya sea facilitando el trabajo u
ahorrando tiempo.
La educación también fue otras
de las áreas dónde ella se hizo presente, realizando cambios en las prácticas
de enseñanza.
En la sociedad actual, estamos
viviendo lo que muchos autores denominan “la era de la información”, Castells
(1999) afirma:
“Cuyos impactos tecnológicos,
no solo repercuten en todas la organizaciones desde la propia familia, sino que
demanda cambios en los sistemas educativos para que éstos se tornen más
flexibles y accesibles”
En las clases invertidas: beneficios y estrategias para su puesta en
práctica en la educación superior de Junio 2014, los profesores José, S. Rodríguez; Julio, R.
palmero; y Elena, S. Vega publicaron una breve experiencia de clases invertidas llevadas a cabo en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad
de Málaga. Ellos parten señalando que aparecieron nuevas modalidades (como el
aprendizaje electrónico -electronic learning- y semipresencial o
“mezclado” -blended learning-) y de educación masivas (como los MOOC);
los cuáles amplian las posibilidades de los aprendizajes colaborativo dan como ejemplo
la WebQuest, los cuales mejoran la adquisición de competencias con el acceso a
ingentes cantidades de información, también sostienen que se produjeron cambios
de roles, y cambios metodológicos en el
profesorado y alumnado, como las clases invertidas (flipped classroom)[1] [...].
La tecnología se encuentra cada vez más presente en el
sistema educativo, tanto en los primeros
niveles de la educación, cómo en el nivel superior.
La innovación educativa generó nuevas estrategias de
aprendizajes, en dónde muchos docentes optaron por comenzar a utilizar nuevas
metodologías en sus prácticas de enseñanza, implementando métodos más flexibles
y efectivos.
Uno de los métodos de enseñanza que apareció con la llegada de la
tecnología el flipped classroom más conocido como la clase invertida.
La clase invertida básicamente consiste en utilizar el tiempo fuera de clase
para construir aprendizajes que tradicionalmente se hacen fuera del aula.
Es decir
que con este modelo el profesor remite a sus estudiantes los materiales
teóricos y prácticos con anticipación a su clase; mediante algún recurso ya sea
un video, una presentación, un mural, un infograma u otros; los mismos deben
visualizarlo y realizar alguna actividad predeterminada por el docente, el cual
podrá ser algún cuestionario, un test de actividades de autorrealización u
otros. Con el objetivo de poder controlar que los mismos hayan tenido acceso a
los materiales de lectura.
Por otra
parte las clases presenciales se utilizan para potenciar y facilitar otros
procesos de adquisición y prácticas de conocimientos. Aquí lo que se busca es
que el estudiante logre apropiarse de aprendizajes significativos, mediante
otros enfoques como: aprendizajes basados en proyectos, trabajo colaborativo,
aprendizaje ubicuo, entre otros.
Con este
modelo el docente adquiere un papel de guía, modelador en esas actividades
prácticas que plantea en sus clases`presenciales, en los cuales esas tareas
requieren mayor interacción y
participación con los compañeros. Por ello el trabajo grupal se fortalece,
dando lugar a lo que conocemos como ZDP.
Vigotsky
(1979) definió la Zona de Desarrollo Próximo como la distancia entre “El nivel
de desarrollo real del niño tal y como puede ser determinado a partir de la
resolución independiente de problemas” y el nivel más elevado de “desarrollo
potencial y tal como es determinado por la resolución de problemas bajo la guía
del adulto o en colaboración con iguales más capaces”.[2]
Con estas metodologías empleadas los estudiantes logran
construir aprendizajes significativos, mediante la participación de un docente guía
en dicho proceso, y la interacción constante entre estudiantes con mayores
grados de conocimientos.
No
solamente hablamos de un nuevo modelo pedagógico en la educación, sino que
algunos autores ya hablan de un cambio de paradigma, en los cuales las nuevas
metodologías transforman los métodos tradicionales empleados habitualmente en
las prácticas de enseñanzas.
“(...) En
un mundo donde el conocimiento se construye de manera diferente hay que enseñar
y aprender de manera diferente” (Ortiz, c. 4 de Julio 2013).
[1] Rodríguez, S. José, Palmero, R.
Julio, Vega, S. Elena. (2014). Las clases invertidas: beneficios y estrategias
para su puesta en práctica en la educación superior. pág. 3
[2] Vigotsky, L. S. (1979). Zona de desarrollo próximo: una nueva
aproximación. El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona,
editorial Grijalbo.